Cuando, durante varios días seguidos, las temperaturas son inferiores a 10º aproximadamente, los erizos se hacen una bola y comienzan su larga hibernación. Ralentizan hasta el mínimo el ritmo de su corazón. Duermen. Sueñan. Se hunden en el silencio de su interior. Nada puede dañarles mientras duermen, pues sus púas forman una barrera protectora a su alrededor, que les asegura un silencio largo, profundo, inmenso... y lleno de sueños.
Bienvenidos al libro en el que se escriben los sueños nacidos durante el silencio de los erizos.
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ResponderEliminardeberías dejarte de biblioteconómicas para ser escritora, sas?? *.*
TU FAN NUMERO 1 :)